Los medios de comunicación rusos están transmitiendo un mensaje de tranquilidad a la opinión pública nacional a medida que avanza la incursión ucraniana en la región de Kursk.
Informan que los ataques ucranianos están siendo repelidos exitosamente, con autoridades evacuando civiles y ofreciendo compensaciones a los afectados.
Principalmente, los medios estatales como el Canal Uno y Rossiya 1 destacan que Ucrania ha enviado sus mejores unidades del ejército a ser derrotadas en Kursk, asegurando que no podrán seguir avanzando.
Otros medios progubernamentales como Izvestia desafían a Ucrania, afirmando que no serán doblegados.
Los medios rusos también recurren a la narrativa de la Gran Guerra Patria para comparar a Ucrania con la Alemania nazi, acusándolos de asociación con el nazismo.
Sin embargo, la maquinaria mediática no quiere abordar la razón detrás de la incursión ucraniana en Kursk ni si Rusia está involucrada en la situación en Ucrania.
A pesar de la información optimista presentada por la televisión estatal, algunas voces locales cuestionan la veracidad de los informes y expresan temor por la presencia del enemigo en su territorio.
Mientras tanto, las autoridades rusas han declarado el estado de emergencia en la zona y se informa que Ucrania sigue avanzando en territorio ruso.
El presidente ucraniano afirma que sus tropas han avanzado en Kursk y capturado soldados rusos, pero Rusia asegura haber detenido los avances.
Comandancia ucraniana en Kursk
El comandante ucraniano, Oleksandr Syrsky, ha anunciado la creación de una comandancia militar en las zonas de Rusia controladas por Ucrania, con el objetivo de mantener el orden y satisfacer las necesidades de la población local.
En una reunión presidida por el presidente Zelensky, Syrsky informó que el general de división Moskalyov ha sido designado para liderar esta comandancia. Además, mencionó que las tropas ucranianas controlan 1.150 km² de territorio y 82 asentamientos.
Por otro lado, la incursión rusa en Kursk ha sido descrita como un golpe para Vladimir Putin, quien ha instado a los ucranianos a rendirse y a Occidente a no intervenir.
A pesar de la resistencia del ejército ucraniano, Putin ha tratado de minimizar el impacto negativo de la incursión en la opinión pública.
No obstante, la situación en Kursk ha generado preocupación sobre el destino de los ciudadanos rusos en las zonas ocupadas por Ucrania y plantea interrogantes sobre el posible cambio de percepción de la guerra entre los rusos.