El jefe de la fuerza aérea ucraniana informó que Rusia llevó a cabo el mayor ataque aéreo sobre Ucrania desde el inicio de la guerra el lunes.
Se registraron seis muertes y numerosas personas heridas debido al lanzamiento de cientos de misiles y drones por parte de las fuerzas rusas en más de la mitad de las regiones de Ucrania.
El objetivo principal del ataque fue la infraestructura energética, lo que resultó en cortes de energía generalizados y el gobierno decretó una alerta nacional por ataque aéreo, ordenando a la población refugiarse en lugares seguros.
Rusia confirmó los ataques contra la infraestructura, una táctica que ha utilizado a lo largo de la guerra, y aseguró haber alcanzado todos sus objetivos.
El comandante de la fuerza aérea ucraniana reportó que se lanzaron 127 misiles y 109 drones de ataque, de los cuales Ucrania destruyó 102 y 99 respectivamente.
Los bombardeos con misiles y drones comenzaron en todo el país durante la madrugada del lunes y continuaron hasta la mañana. Este ataque combinado ha sido catalogado como «el ataque aéreo más masivo».
En total, unas 15 regiones de Ucrania fueron alcanzadas por los bombardeos rusos, empleando drones, misiles de crucero y misiles supersónicos. Los daños a la infraestructura fueron graves, con cortes de energía y suministro de agua interrumpido en muchas ciudades.
Desde que comenzó la invasión a gran escala en febrero de 2022, Rusia ha atacado la infraestructura energética de Ucrania de forma constante, renovando sus ataques en contra de la red eléctrica en los últimos meses. Estos ataques han ocasionado apagones frecuentes en todo el país.
Ucrania ha tenido que comprar energía a la Unión Europea para sortear las dificultades, pero no ha sido suficiente. La mayoría de los días, el país implementa apagones nacionales planificados para proteger instalaciones críticas como hospitales y sitios militares.
Cabe destacar que hasta hace poco, los ucranianos tenían una baja moral ante la falta de buenas noticias en el campo de batalla para Kiev, siendo evidente el constante avance ruso en la región del Donbás. Además, existieron problemas con la movilización de tropas , y se reportó que Ucrania se estaba quedando sin hombres para combatir.
Fue la sorpresiva incursión en la región de Kursk y los vídeos de soldados ucranianos levantando su bandeja en aldeas rusas que habían capturado lo que dió un impulso muy necesario a la moral ucraniana. También, demostraron a Occidente que Ucrania aún era capaz de realizar operaciones complejas con éxito.
Moscú centró su objetivo principal de este ataque en la infraestructura energética ucraniana, aunque también intenta reducir las reservas de un recurso vital para Ucrania: la moral.
El lunes, Volodymyr Zelensky realizó un llamado a Occidente para que le permitan usar armas de largo alcance sobre Rusia. Aprovechó para mencionar que se podría hacer mucho más para salvar vidas si las fuerzas aéreas europeas trabajaran junto con la defensa aérea ucraniana.
También el lunes, Ucrania intentó atacar una refinería en Yaroslavl, ciudad ubicada al noreste de Moscú, no se reportaron víctimas ni daños materiales, según el gobernador.